· 3 mil alumnos están en proceso terapéutico individual

· Se reforzará el trabajo de talleres con padres de familia para que adquieran mayores habilidades de crianza

Redacción.-

El programa “Juntos por la Vida” que brinda apoyo psicoemocional a estudiantes de secundarias públicas de todo el estado, ampliará su capacidad de atención el siguiente año, por lo que la cobertura pasará de 55 mil a 60 mil alumnos aproximadamente, informó la responsable del área, Erika Padilla Contreras.

Explicó que esta ampliación en el servicio se debe a las contrataciones de psicólogos que se concretaron este año, por lo que la plantilla laboral pasó de 82 a 100 profesionistas, quienes están distribuidos en igual número de secundarias públicas en todos los municipios de la entidad.

Detalló que para el caso de telesecundarias o escuelas donde la matrícula es muy reducida, los alumnos se canalizan a planteles cercanos donde se cuenta con psicólogo de manera permanente.

Refirió que de toda la comunidad estudiantil en la que tiene impacto este programa, se da seguimiento terapéutico a 3 mil alumnos, quienes toman terapias individuales y familiares, para que puedan darse de alta de una manera más rápida.

Asimismo, mencionó que 900 estudiantes fueron canalizados al paidopsiquiatra, para que continúen con un tratamiento médico y así se complemente la atención que reciben con el área de psicología.

Resaltó que las principales problemáticas que se atienden con los adolescentes están relacionadas con situaciones de baja autoestima, autoconcepto e identidad, depresión leve y falta de afecto.

Comentó que los conflictos emocionales más frecuentes se dan porque el joven se desarrolla en entornos disfuncionales, y porque los padres de familia no se involucran lo suficiente en la crianza de sus hijos, muchas ocasiones por falta de tiempo o de interés.

En este sentido, dijo que el siguiente año se reforzará el trabajo que se realiza con los padres de familia, para brindarles mayores herramientas y así dispongan de mejores habilidades de crianza, es decir, que aprendan a poner límites y a entablar una buena relación con sus hijos.