Por Macarena Ramírez
Miguel Ángel Piza Jiménez secretario de Salud en el Estado informó que se comenzará a con la aplicación de pruebas rápidas para detectar el COVID-19, “este método es más accesible”, expuso el funcionario, sin embargo aclaró que éstas no pueden utilizarse con fines epidemiológicos, “es decir, los pacientes que presentan síntomas seguirán siendo analizados con las pruebas aprobadas por COFEPRIS y sólo estos pacientes aparecerán en las cifras oficiales, por lo que las pruebas rápidas se efectuarán para realizar una búsqueda de la gente que ya tuvo contacto con el virus y que no presento sintomatología y por lo tanto nunca se presentó a lo hospital, por lo que terminó recuperándose sin saber que estuvo contagiada”.
Respecto a lo interior, Miguel Ángel Piza destacó que dichas pruebas servirán además para tener un panorama conciso de cómo se ha comportado el virus en Aguascalientes “a la vez que dichos pacientes que ya tuvieron el virus y que ahora ya presentan cierta inmunidad hacia él, pueden servir como donadores de plasma en un futuro”.
En este sentido, el titular del ISSEA dijo que si bien el uso de plasma aún no está autorizado, sin embargo, “hay muchos candidatos que están dispuestos a donar; ya se cuenta con cierta cantidad de plasma congelado, con las condiciones necesarias para que en cuanto los protocolos sean autorizados, proceder con su implementación”.
En cuanto a las cifras que presenta Aguascalientes respecto al COVID-19, informó que a la fecha suman 1796 casos confirmados para el virus SARS-CoV2; en cuanto al número de recuperados la suma es de 612 pacientes, mientras que las defunciones que se han presentado son 80, siendo nuestro estado el que presenta el índice más bajo de letalidad, en cuanto al índice de hospitalización.
Finalmente, Miguel Ángel Piza mencionó que la Secretaría a su cargo maneja dos estatus para dichos pacientes, graves y muy graves, de los cuales hay 40 y 29 respectivamente, la mayoría de estos presentan problemas de obesidad, diabetes, hipertensión, asma etc. comorbilidades que también son comunes en los casos de defunción.