Por El Vigía
VULGARES AMBICIOSOS… así es como llama el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador a quienes buscan cargos públicos solo con el afán de transar con quien(es) se dejen.
Es así como buscan espacios a toda costa, mucho mejor si esto no implica esfuerzo alguno como gastarse las suelas para ganarse la simpatía (de la que por cierto carecen) de los ciudadanos, y, obvio, sin dejar sus jugosos sueldos en encargos que ostentan.
Las reglas del juego son claras, si se desea participar de una contienda electoral, la legislación en la materia señala que se deberá separar del cargo durante el proceso de campañas, aún siendo candidat@ plurinominales.
Solo que hay de es@s llamados centaver@s que no quieren dejar de recibir su beca por solo vender su alma al mejor postor (a), son personajes que quieren chiflar y comer pinole, lo que a la poste resulta prácticamente imposible.
Eso sí, después se llaman a sorprendid@s y se hacen los indignad@s cuando sabían cómo estaba el enjuague. Entonces eso de repartir culpas y hacerse las víctimas, no va, se escucha en el socorrido radio pasillo.
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SIN PLURI… ha quedado por el momento la actual regidora capitalina Alejandra Peña Curiel, ¨La Higadito¨, como se le conoce en el gremio reporteril.
Resulta que a esta insufrible seudo morenista le ganó la ambición, y luego de solicitar licencia al cargo de forma indefinida, trascendió que cobró su sueldo cuando no debió hacerlo; además de que como las cuentas no se pagan solas, regresó al Cabildo antes de finalizar el tiempo de proselitismo electoral.
De esta forma, ¨la higadito¨ no puede llamarse a sorprendida cuando en una primera instancia aceptó tal cual las reglas de la competencia, lo que ahora argumenta, no tienen relevancia alguna.
Total que Alejandra Peña y compañía solo demuestran de qué están hechos, y no es para nada las bases del movimiento que su clan pretende pervertir, se comenta en el famoso radio pasillo.
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LOS CASTIGÓ DIOSITO… así les sucedió a los sobrevivientes del RIP quienes por casi seis años se desgañitaban calificando de dictador al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, de quien decían, pretendía eternizarse en el cargo.
No pasó tanto tiempo, y resulta que el dictador lo tienen en casa, en la persona de Alejandro ¨Alito¨ Moreno Cárdenas, líder nacional del desteñido tricolor. Y es que al mero estilo de la monarquía, el oriundo del estado de Campeche, reformó los estatutos del Revolucionario Institucional con el único objetivo de convertirse en rey absoluto de los priistas.
Fue entonces cómo los tricolores han tenido que tragarse sus palabras y aceptar como su amo y señor a Alito I, ese que colocará la lápida en la tumba del RIP, comentan los metidos.
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SEAMOS SERIOS… resulta que el lacayo de Alito I en Aguascalientes, o sea, el insulso Kéndor Macías, conocido entre la raza como ¨Kendorito¨, en reciente rueda de prensa, se aventó un monólogo que provocó las carcajadas de propios y extraños, pero no crea usted querido lector que ello se debió a que el priista tiene dotes de cómico, no, las risas fueron por todas las incongruencias proferidas por este personaje.
Resulta que ¨Kendorito¨ advirtió que ya no se permitirá que los dinosaurios (o momias) que representan al viejo régimen vuelvan a manchar (¿más?) el nombre del RIP. Ahí, dicen los juiciosos que sería prudente preguntar al símbolo de la decadencia del priismo, Augusto Gómez, cuál es su postura respecto a las palabras del desabrido dirigente tricolor.
Y no estaría de mas que ¨Kendorito¨ detallara la dinámica de los mentados encuentros, foros y asambleas que pretende llevar a cabo en esta entidad, a quienes convocará, porque para nadie es un secreto que cada día que pasa como ¨dirigente¨, se le van la clientela; restando solo sus criados y huele pedos que tiene en nómina.
Así es como Kéndor Macías pretende sacar de la morgue al partido que él mismo está terminando de sepultar. Ni cómo ayudarle al insulso dirigente tricolor, se escucha entre los mismos priistas.
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Seguimos en Vigía…