*Se priorizó el rescate histórico de este emblemático inmueble así como la seguridad de las y los peatones y vehículos que transitan por esta zona a diario
*Con esta obra se refuerza el magno proyecto de movilidad que busca la integración de las familias
*En una segunda etapa se contempla la construcción de la calzada nor-oriente, así como un sistema de conducción de agua de lluvia
Redacción.-
Al entregar a las y los aguascalentenses el Antiguo Puente a San Ignacio totalmente restaurado y rehabilitado, el gobernador Martín Orozco Sandoval destacó que durante estos cinco años se ha trabajado para que las familias cuenten con vialidades dignas y seguras para transitar a diario, construyendo puentes hacia el futuro de la movilidad accesible, moderna y respetuosa con el entorno y nuestros signos identitarios, tal como queda constatado con esta obra.
El mandatario destacó que además de ser un proyecto que refuerza la movilidad, las obras que se llevaron a cabo en este sitio buscaron el rescate histórico de este bello ícono del estado, el cual hoy puede ser disfrutado por peatones de forma segura, garantizando la tranquilidad de las familias y la integridad del propio inmueble.
Orozco Sandoval refirió que el desarrollo de la economía ha estado siempre ligado con la construcción de puentes, como lo es el Antiguo Puente a San Ignacio que fue un punto clave en el Camino Real de Tierra Adentro, y como lo han sido la infraestructura que en este sexenio se ha edificado con el objetivo de acercar a las familias y abrir nuevas vías para el desarrollo de la educación, la salud y la economía.
Finalmente, dio a conocer que en una siguiente etapa se contempla la construcción de infraestructura para la conducción de agua y el rescate del antiguo sistema pluvial, así como del río. Además destacó el inicio de la construcción de la calzada nor-oriente, la cual sumará beneficios al flujo vehicular del gran proyecto de movilidad en esta zona de la ciudad.
Por su parte, el secretario de Obras Públicas, César Enrique Peralta Plancarte, dio a conocer que esta obra se llevó a cabo en nueve meses, en colaboración con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Durante el evento se contó con la asistencia de Héctor Castanedo Quirarte, delegado del INAH en Aguascalientes; José Luis García Ruvalcaba, restaurador e historiador; así como otras autoridades.