Por Gabriela Jiménez
“La libertad de prensa ustedes la tienen garantizada en los hechos, no hay ningún reportero al que se le coaccione, que se le haya algún tipo de acto de abuso de autoridad estatal por la manifestación de su libre criterio”, manifestó Ricardo Enrique Morán Faz, secretario general de Gobierno.
Lo anterior en razón de la segunda detención –en esta ocasión por cerca de 16 horas- del locutor José Luis Morales Peña sobre quien pesa una denuncia en el juzgado civil por daño moral a Martín Orozco Sandoval.
Sobre el particular, el funcionario estatal dejó en claro que no se trata de coartar la libertad de expresión, “aquí estamos hablando de un tema distinto, es muy diferente si algún reportero dice que somos el peor gobierno del mundo, bienvenido su comentario, nos esforzaremos por ser un poquito menos malo, pero es muy diferente a cuando se afirma que ‘Juan o Pedro’ es criminal, que ‘Juan o Pedro’ vendió la plaza a tal grupo de la delincuencia organizada, esas son afirmaciones categóricas que trasladan la libertad de expresión a una afirmación temeraria, falsa”.
Por ello, dijo, “está en su derecho el señor gobernador (Martín Orozco) y sus abogados en solicitar que se apliquen esas medidas cautelares que ya el juez dictaminó”, esto cada que exista un desacato por parte de José Luis Morales a lo determinado por la autoridad.
Respecto al amparo al que el locutor hizo referencia, y que por ello su detención fue ilegal, Enrique Morán señaló, “si él hubiera presentado un amparo al momento de la detención, no lo hubieran detenido. Tan es así que al momento que el juez expidió una liberación, fue liberado en ese mismo momento”.
En cuanto a la advertencia de José Luis Morales Peña quien sentenció que solo muerto lo podrán callar, el secretario general de Gobierno, expresó, “le deseo que algún día tenga paz interior para que pueda aceptar a otros miembros de la sociedad y que sepa que no es el camino denostando, difamando, mintiendo, que hay muchas formas de trascender en la historia haciendo cosas por la sociedad y no destruyendo el tejido social”.